Las adivinanzas son, sobre todo, un juego de niños. Quien más, quien menos, todo el mundo recuerda adivinanzas aprendidas en su infancia. Nuestros aguerridos recopiladores de adivinanzas no sólo han echado mano de sus recuerdos infantiles para cumplir su misión, sino que han preguntado a sus padres y abuelos; y es de esos informantes de más edad de donde provienen las adivinanzas más originales y sabrosas.
Entre pared y pared hay una santa mujer que con su diente llama a su gente
Respuesta (al revés): anapmaC aL
Cien amigas tengo, todas sobre una tabla, si no las tocas, no te dicen nada.
Respuesta (al revés): onaip lE
Soy redondo como el queso, y en las mujeres penetro hasta el hueso.
Respuesta (al revés): ollina lE
Un platito de avellanas que de día se recogen y de noche se desparraman.
Respuesta (al revés): sallertse saL
Entre pared y pared hay una santa mujer que con su diente llama a su gente
Respuesta (al revés): anapmaC aL
Cien amigas tengo, todas sobre una tabla, si no las tocas, no te dicen nada.
Respuesta (al revés): onaip lE
Soy redondo como el queso, y en las mujeres penetro hasta el hueso.
Respuesta (al revés): ollina lE
Un platito de avellanas que de día se recogen y de noche se desparraman.
Respuesta (al revés): sallertse saL
No hay comentarios:
Publicar un comentario