miércoles, 3 de diciembre de 2008

Antipoemas











¿Poesía o Anti poesía?
La antipoesía es una escritura elaborada a partir de la negación de los rasgos esenciales de otras escrituras y de otros códigos literarios. El antipoema es una contradicción, un contratexto. Es el resultado de la reflexión, pero todavía más, de una indagación llevada a cabo en la práctica poética misma.
La antipoesía es, en el proyecto deconstructivo de Parra, un contradiscurso lírico, de resonancias más bien urbanas, donde ya no habla el yo heroico nerudiano, sino el sujeto moderno, irónico y sarcástico, cuyo monólogo fragmentario tiene la desnudez confesional de un documento clínico y la elaboración intelectual de una sátira de los usos del habla formalizada. En su poesía, Parra logra integrar por ejemplo el laconismo de Samuel Beckett con el humor taciturno de Buster Keaton.
El antipoeta, mediante un proceso de descontextualización, incorpora a su obra, discursos del habla coloquial: la fórmula científica, la sentencia filosófica, así como los múltiples lenguajes que provienen del mundo industrial y comercial. El antipoeta traslada discursos de lugar. Deconstruye o desmantela la escritura de ellos, los saca del lugar natural en el cual surgen para instalarlo en un nuevo espacio artístico. Es precisamente a estas construcciones poéticas a las que Parra llama Artefactos dramáticos. Ellos son dispositivos poéticos puestos en escena.
De este modo, Parra, con su antipoesía, ha cambiado el lenguaje rehaciendo no sólo el discurso propio sino los más estables relatos que informan y constituyen al lector (la política, la ciencia y la religión); con lo cual el carácter subversivo de su poética ha tenido, tanto un efecto corrosivo entre los discursos institucionales, como uno constructivo en el espacio siempre amenazado de una humanidad zozobrante, de un sentido común hecho de sabiduría popular y tradicional, de un diálogo a favor de los derechos del diálogo. Así, Parra ha ensayado otras formas apelativas en sus ecopoemas, en sus chistes (para desorientar a la policía tanto como a la poesía), en sus reapropiaciones de los lenguajes de la publicidad, de la política, de las jergas al uso, que utiliza para desmontar y descentrar a través de una práctica del ready made y de la parodia.



Epitafio
De estatura mediana,
Con una voz ni delgada ni gruesa,
Hijo mayor de profesor primario
Y de una modista de trastienda;
Flaco de nacimiento
Aunque devoto de la buena mesa;
De mejillas escuálidas
Y de más bien abundantes orejas;
Con un rostro cuadrado
En que los ojos se abren apenas
Y una nariz de boxeador mulato
Baja a la boca de ídolo azteca-
Todo esto bañado
Por una luz entre irónica y pérfida
-Ni muy listo ni tonto de remate
Fui lo que fui: una mezcla
De vinagre y de aceite de comer
¡Un embutido de ángel y bestia!


Supongamos un hombre perfecto
Supongamos que es un hombre perfecto
supongamos que fue crucificado
supongamos incluso que se levantó de la tumba
-todo eso me tiene sin cuidado-
yo desearía aclarar
es el enigma del cepillo de dientes
hay que hacerlo aparecer como sea.


No creo en la vía pacífica
No creo en la vía pacífica
no creo en la vía violenta
me gustaría creer
en algo -pero no creo
creer es creer en Dios
lo único que yo hago
es encogerme de hombros
perdónenme la franqueza
no creo ni en la Vía Lactea.


El Hombre Imaginario

El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario

De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios

Todas las tardes tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios

Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario
Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar el corazón del hombre imaginario.






El Poeta y la Muerte

A la casa del poeta, llega la muerte borracha ábreme
viejo que ando buscando una oveja guacha.
Estoy enfermo - después.,perdóname vieja lacha.
Ábreme viejo cabrón, ¿o vai a mohtrar I'hilacha? por
muy enfermo quehtí ,
teníh quiafilame I'hacha.

Déjame morir tranquilo te digo vieja vizcacha
Mira viejo dehgraciao, bigoteh e cucaracha
anteh de morir teníh, quechame tu güena cacha
La puerta se abrió de golpe: Ya - pasa vieja cufufa
ella que se le empelota
y el viejo que se lo enchufa

de Hojas de parra (Santiago, Ganímedes, 1985)



Coplas del Vino

Nervioso, pero sin duelo
a toda la concurrencia
por la mala voz suplico
perdón y condescendencia.

Con mi cara de ataúd
y mis mariposas viejas
yo también me hago presente
en esta solemne fiesta.

¿Hay algo, pregunto yo
más noble que una botella
de vino bien conversado
entre dos almas gemelas?

El vino tiene un poder
que admira y que desconcierta
transmuta la nieve en fuego
y al fuego lo vuelve piedra.

Extraído:http://www.biblioredes.cl/

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